Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo; penetra hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos; juzga los deseos e intenciones del corazón.- Hebreos 4, 12
Invocación al Espíritu Santo Para empezar la Lectio Divina hagamos la señal de la cruz y recemos el himno Veni Creator Spiritus. De esta forma pedimos al Espíritu Santo que nos ayude a comprender y poner por obra esta Palabra que vamos a escrutar.
Lectura Esta lectura es muy clara, pues nos muestra directamente cómo Dios cumple lo que promete. Os invito a que la leáis con alegría:
Meditación Dios cumple sus promesas. Siempre. Aunque estas parezcan imposibles. Pero no las cumplió ni de la forma que Abraham pensó, ni en el plazo que él quiso; sino cómo y cuando Dios tenía pensado, que era sin duda lo mejor. Pues cuanto dista el cielo de la tierra, así distan mis caminos de los vuestros, y mis planes de vuestros planes (Isaías 55, 9). Dios puede dar un sentido completamente nuevo a tu vida y puede mostrate que absolutamente todo lo que ha ocurrido en ella ha estado bien: todo tiene un sentido y un propósito. ¡Hasta aquello de lo que más renegamos y querríamos cambiar!
Aun así, en momentos de dificultad uno grita a Dios diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro? (Salmo 13, 2). Sin embargo, todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar (Eclesiastés 3, 1.4). Y aunque es normal que queramos que la prueba dure lo mínimo posible y los periodos de paz y alegría se alarguen, la prueba es necesaria para nuestra maduración como personas y nuestra afianzación en la Fe. De esta forma, con una actitud perseverante podemos alcanzar la virtud de la esperanza, que no falla.
Efectivamente, la prueba no sólo es necesaria: más aún, nos gloriamos incluso en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia, la paciencia, virtud probada, la virtud probada, esperanza, y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado (Romanos 5, 3-5). Así pues, si pones tu esperanza en Dios, que ha vencido a la muerte, tu esperanza no será defraudada; pues poderoso es Dios para cumplir lo que promete. Como lo hizo con Sara. Como lo ha hecho con miles de personas. Y como lo hará contigo. No olvides tampoco que, como demostró con Jesús, para Dios nunca es demasiado tarde.
Una vez terminada la meditación, permanezcamos cinco minutos en oración silenciosa, meditando a la luz de la Palabra la siguiente pregunta: “¿Qué me dice Dios a mi vida concreta con esta Palabra?” Cuando más práctica, concreta y aplicada a nuestra vida sea la respuesta, mejor. Porque con esta Palabra Dios te esta hablando hoy personalmente a ti.
Oración Continuemos la Lectio Divina con una oración personal a nuestro Padre celestial, pidiéndole lo que necesitamos para llevar a nuestra vida esta Palabra, y dándole gracias por habernos ayudado a comprenderla. A continuación, recemos el Padre Nuestro y no nos olvidemos de nuestra madre María saludándola con un Ave María. Terminemos, finalmente, realizando la señal de la cruz con la intención de llevar esta Palabra con perseverancia a nuestra vida diaria, sin dudar nunca de que... ¡Dios nos ama!
Su comentario será revisado y contestado, vuelva en dos o tres días para verlo. ¡Gracias!
Consigue la versión impresa del curso y disfruta de una lectura muy agradable, sin interrupciones y constructiva.
Comprando el libro apoyas a esta iniciativa de evangelización. ¡Gracias! ¡Dios le bendiga!
Dios, que te ama con locura, te espera en su casa, la Iglesia, para celebrar la gran fiesta dominical. ¡No te pierdas su invitación!
Une diversión, enseñanza y evangelización con Custodio Animae, nuestro videojuego sobre la Biblia que refuerza este curso.
Custodio Animae es un juego de rol cristiano y gratuito que te permite vivir la historia de Salvación acompañando a un ángel custodio.
En este espacio usted puede participar en nuestra gran comunidad, accediendo a los siguientes foros de comunicación:
Además, no dude en acudir a su parroquia, pues la presencia y cercanía física es siempre insustituible. ¡Dios le bendiga!