Curso Católico

Señor, ayúdame y no permitas nunca que me separe de ti.

Que bueno encontrar temas que aumenten nuestro conocimiento y así conocer más las promesas de Dios. Encontrar a Jesús es la alegría más grande que he tenido. Todos los días lo encontramos en toda la actividad que le dedicamos a Él. Continuemos profundizando en este curso.

Hace tiempo que ando buscando algo similar y me alegro de haber encontrado este curso. ¿También se estudia en este curso la Biblia católica?

Gracias por este espacio de formación. ¡Bendito sea Dios! El santo Rosario es una gran oración y un arma muy poderosa enseñada y recomendada por la Iglesia. Conviene rezarla todos los días, por la santísima Madre de Dios y nuestra. Rezemos pues el Santo Rosario diariamente para avanzar de la mano maternal de María en el plan de vida.

Buenos días. Dios les colme de bendiciones queridos hermanos en Cristo Jesús nuestro Señor. Doy gracias a Dios Todopoderoso por permitirme haber encontrado este curso bíblico católico. Un fuerte abrazo en la distancia a todos los hermanos que realizaron este curso. Gracias desde Perú.

Se que para vivir en el camino de la vida hay que dejar muchas cosas que nos separan de Dios, pero se también que Dios nos da el valor para dejar todo cuanto nos separa de Él, siempre y cuando lo aceptemos en nuestro corazón.

Gracias por este curso: ha sido un inicio interesante.

Mil gracias por poner reflexiones después de cada texto bíblico. ¡Me están ayudando!

Trato de ir por el camino de la vida, aunque hay momentos y situaciones que te intentan desviar de este camino. Sin embargo, cuando vivimos siempre en oración hay una paz que nos hace reflexionar y retomar el verdadero camino. Tenemos que tener siempre en mente lo que anhelamos: la salvación. Así encontraremos el camino correcto.

La historia de Salvación es completamente cierta. Y Dios te va encaminando hacia ella. Mi vida se derrumbó el día en el que una mujer me llamo para hacerme saber que era la amante de mi esposo: eso me enloqueció y sentí el deseo de quitarme la vida. En esas noches oscuras me preguntaba... ¿Por qué a mí? Pero cuando decidí poner punto y final a mi vida, Dios de una manera divina, sobrenatural y amandome, no lo permitió. Ese encuentro que tuve con Él me llevó a una parroquia de la que hoy formo parte. Él me ha enseñado mucho, sobre todo a soltar y reconocer que cada situación tiene un propósito. Me siento amada por Dios y se lo agradezco a diario. Poco a poco me fuí enamorando de sus cosas. Agradecida estoy por su gran amor hacia mí.